A través de la ventana: la C/cultura en la clase de
español y los materiales didácticos
María José Richter
Aquel que aprende una lengua debería sentirse igual que aquel
que mira, por primera vez, a través de la ventana un nuevo lugar: curioso,
extasiado, y emocionado por saber que hay más allá del cristal. La nueva lengua
es como todo aquello que vemos por el vidrio: cosas nuevas, lugares diferentes,
ruidos distintos; y es que todo eso es la C/cultura. La Cultura, la grande, nos
es común a todos. La cultura, más pequeña, es propia a un grupo: gestos,
tradiciones, etc. En ese sentido, ¿se puede acaso separar la C/cultura del acto
de mirar a través de la ventana? ¿Podemos dejar la C/cultura de lado a la hora
de enseñar? La respuesta es una y es rotunda: no. De hecho, el principal
material y medio debiera ser ésta.
Ahora bien, si nos disponemos a hacer de la C/cultura
parte del aprendizaje, ¿qué materiales debe enseñar un profesor? Antes que
nada, el profesor se mueve entre ambos tipos de conocimiento: la Cultura y la
cultura, pues es parte de la historia y los actos comunes a todos, pero viene
de un lugar en específico que podrá compartir. En ese sentido, los materiales
deben salir de la cotidianidad misma, de aquello que va formando las costumbres
de las personas, las esencias, etc. Así, podemos afirmar que todo es
susceptible de ser material didáctico: un spot, una publicidad, un eslogan, una
canción, un libro, etc.
Frente a ello, entonces, ¿dónde queda el manual o texto
que “rige” la clase? Es importante saber que tanto las dinámicas de las que
hemos hablado anteriormente, y estos materiales didácticos que no se encuentran
en los libros deben estar en diálogo con el programa de contenidos del curso o
nivel. Es decir, la C/cultura y los materiales que usemos para llegar a ella
deben acompañar el estudio lingüístico. En otras palabras, el profesor debe
realizar actividades prácticas y comunicativas reales, que apunten a
situaciones verdaderas. Hablar de la C/cultura es hablar de nosotros mismos. Es
de esa manera que la clase deviene una experiencia cultural, pues se exploran
productos culturales, se aprenden comportamientos, se discuten ideas y se crean
debates y opiniones. El alumno sentirá, a la sazón, que mira a través de la
ventana un lugar nuevo o que quizá ya ha salido al exterior.
Me encanta tu síntesis, y la idea de la ventana. Como dices , no es bueno compartimentar, todo entra en el mismo paquete. Gracias por tu entrada
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